martes, 29 de septiembre de 2009

cristian tecladista

soy cristhian oropeza el tecladista de la iglesia

sábado, 27 de junio de 2009

viernes, 26 de junio de 2009

OCTAVO ANIVERSARIO


VIII ANIVERSARIO MINISTERIO INTERNACIONAL MANA
De mucha bendicion ha sido el Aniversario del ministerio internacional Maná.
Contamos con la visita del Evangelista Pablo Bonalde del Ministerio Internacional...

martes, 23 de junio de 2009


CRHISTIAN OROPEZA MUSICO DE LA IGLESIA
JOSE HERRERA MUSICO DE LA IGLESIA

miércoles, 17 de junio de 2009

No Podemos Salvarnos a Nosotros Mismos
La Vida Eterna es un Regalo
"No es por medio de algo que uno hace, de modo que nadie puede sentirse orgulloso" (Efesios 2:9).
"Lo único que el pecado da como pago es la muerte, pero el regalo que Dios da es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor" (Romanos 6:23).
"Nadie puede perdonar pecados, sino solo Dios" (Marcos 2:7).
Según estas palabras, ¿Puede usted salvarse a sí mismo? ¡Desde luego que no!
LLENURA DEL ESpIRITU SANTO
"¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?".
La clave para una adecuada definición de lo que es ser lleno del Espíritu se encuentra en Efesios 5:18 donde leemos lo siguiente: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu." En este texto, a la par de contrastar la embriaguez con la llenura del Espíritu Santo, también se hace una comparación y es esta comparación las que nos proporciona la clave para entender el significado de la llenura del Espíritu Santo. La comparación se refiere al control o la dirección. La persona ebria está sometida al control del alcohol que ha consumido. Como consecuencia de ello piensa y actúa de maneras que normalmente le resultarían extrañas. De igual modo la persona que está llena del Espíritu Santo está bajo el control de dicho Espíritu y también actúa de maneras que no le son naturales. Esto, por supuesto, no quiere decir que dichas maneras de actuar son descontroladas o anormales, sino que la persona se comporta de un modo distinto al que tenía en su vieja vida. De modo que, estar lleno del Espíritu Santo significa simplemente estar sometido a la dirección de dicho Espíritu. Es necesario indicar también que la llenura del Espíritu Santo no es una opción para el creyente sino un mandato. El texto que leímos en Efesios 5:18 contiene el verbo conjugado en modo imperativo "sed llenos" y esto significa una orden. por tanto, se espera que todo creyente sea lleno del Espíritu, y de no serlo, entonces se debe considerar como pecado, por cuanto equivale a desobedecer un mandamiento de la palabra de Dios. Otra característica notable de la llenura del Espíritu Santo es que se trata de una experiencia que se repite. El verbo que expresa el mandato a ser llenos, en su forma griega está en tiempo presente y comunica la idea de que debe ser algo continuo, una manera de entender esta orden sería: "continuamente sed llenos del Espíritu Santo". El hecho de que se puede repetir la experiencia constituye una bendición, porque si así no fuera, ningún creyente permanecería lleno del Espíritu Santo por mucho tiempo, porque el pecado interrumpe el dominio del Espíritu. En cuanto al resultado de ser lleno del Espíritu Santo, existe la idea equivocada de que la llenura del Espíritu Santo se manifiesta en hablar en lenguas, en hacer milagros, en quedar inconsciente, en realizar sanidades, en interpretar lenguas, etc., etc. Es decir en actos sobrenaturales. pero un cuidadoso estudio del resultado de ser lleno del Espíritu Santo va a mostrar que la llenura del Espíritu Santo no se manifiesta en una capacidad para realizar cosas sobrenaturales, sino en un carácter semejante al de Cristo, mostrando el fruto del Espíritu Santo según aparece en Gálatas 5:22-23. La llenura del Espíritu Santo se manifiesta también en una vida de adoración y alabanza según Efesios 5:18-20 y por último en una vida de sumisión a los demás, según Efesios 5:21. La gran pregunta es: ¿Cómo puede un creyente lograr la llenura del Espíritu Santo? La única manera amigo oyente es por medio de una obediencia incondicional a lo que Dios ha dicho en su palabra la Biblia.
Resumiendo entonces, ser lleno del Espíritu Santo significa que el creyente está sometido a la dirección del Espíritu Santo. Esto es un mandato en la Biblia y debe ser cumplido por todos los creyentes. Un creyente lleno del Espíritu Santo manifiesta esa llenura, no por medio de realizar eventos prodigiosos, sino por medio de exhibir un carácter semejante al de Cristo Jesús, agradeciendo a Dios en todo, adorando y alabando a Dios siempre y sometiéndose a los demás.
A DONDE VA EL ALMA Y EL ESPIRITU DESPUÉS DE MUERTOS
Según algunos, el alma muere junto con el cuerpo y el espíritu va a Dios para estar inconsciente hasta la resurrección. También dicen que el espíritu de un creyente y el espíritu de un incrédulo van al mismo lugar. ¿Es cierto esto?
En su consulta, podemos distinguir tres partes.
Número uno, la inmortalidad del alma.
Número dos, el estado del alma después de la muerte.
Número tres, el destino final de los incrédulos.
En este orden vamos a mostrar el punto de vista bíblico sobre estos asuntos.
Al referirme a la inmortalidad del alma, la Biblia enseña que el alma no deja de existir cuando el cuerpo muere físicamente. Ponga mucha atención a lo que dice Mateo 10:28: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno."
¿Cómo es esto de que es posible que el cuerpo muera mas el alma no muera? La única explicación posible es que el alma está en capacidad de tener una existencia aparte del cuerpo y que esta existencia no está amenazada por ningún ser humano. Por lo pronto entonces sabemos que el alma puede existir perfectamente aparte o fuera del cuerpo.
Una pregunta obligada es: ¿Por cuánto tiempo puede vivir el alma fuera del cuerpo? Para responder esto, veamos lo que dice Mateo 25:46: "E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna"
Para nuestro propósito enfoquemos solamente en los adjetivos que acompañan a los sustantivos castigo y vida. En ambos casos vemos que el texto dice que son "eternos". Por lo dicho, entonces, la Biblia enseña que el alma de una persona está en capacidad de existir aparte o fuera del cuerpo y que esa existencia es por la eternidad.
Consideremos ahora el segundo asunto. El estado del alma después de la muerte física de una persona. Normalmente se toma el texto que está en Eclesiastés 9:5 para afirmar la inconsciencia o sueño del alma después de la muerte. Veamos qué es lo que dice este texto: "Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido"
Lo que es necesario recordar es que aunque el libro de Eclesiastés es inspirado por Dios; ha sido escrito para dar a conocer el punto de vista de que todo es vanidad cuando se miran las cosas en el mundo quitando a Dios de en medio.
El rey Salomón, el escritor del libro, se apartó de Dios en su vejez. En su libro, Salomón expone su experiencia de que la riqueza y el poder son inservibles si Dios no está controlando la vida de una persona. Salomón resumió su experiencia en estas palabras: Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
En Eclesiastés 9:5 comunica el punto de vista de la muerte desde una perspectiva en la cual no hay lugar para Dios. Esta es la perspectiva del mundo para la muerte. A los ojos del mundo, la tumba es el fin de todo, pero a los ojos de Dios la situación es enteramente distinta. Dios dice en su palabra que existe vida después de la muerte.
Observe lo que dice Lucas 16:22-25 "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado."
Esto es lo que dice el texto bíblico. Muchos han tratado de debilitar la verdad presentada en este texto, argumentado falazmente que es una parábola y no una historia real. Pero se trata de una historia, no una parábola porque Jesús no dijo que fuera parábola, además, en ninguna parábola aparecen nombres propios como aparece en este pasaje bíblico.
Usted notó que se nos habla de un personaje llamado Lázaro y del renombrado Abraham. Muy bien, dando por sentado que estamos ante una historia, vemos que tanto el rico como Lázaro estaban muy conscientes después de muertos. El rico en un lugar de tormento en fuego y Lázaro en un lugar de dicha y felicidad llamado el Seno de Abraham.
Para hacer más trágica su situación, el rico no solo tenía conciencia de su estado desesperado en aquella llama, sino que también tenía conciencia de la bendición que rodeaba a Lázaro después de muerto.
Interesante que el rico también tenía conciencia del mundo de los vivos, aunque obviamente no podía comunicarse con el mundo de los vivos. Solo así se explica que el rico dijera a Abraham lo que tenemos registrado en Lucas 16:27-28 donde leemos: "Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento"
Es irrefutable el hecho que tanto el rico como Lázaro no estaban inconscientes o dormidos después de muertos. Tenían íntegras todas sus facultades.
Recapitulando lo dicho hasta ahora, el alma de una persona existe después que la persona muere físicamente, esa existencia es eterna. El alma nunca muere, y esa existencia es consciente. De la historia del rico y Lázaro hemos aprendido también que el alma de las personas justas existe por la eternidad en un lugar de bendición, y que el alma de las personas injustas existe por la eternidad en un lugar de tormento en fuego.
Hablando de esto último note lo que dice Apocalipsis 21:8 "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda"
Este es el destino final del incrédulo, el lago de fuego y azufre.
Pero note el contraste. Veamos el destino final de los creyentes. 1ª Pedro 1:3-4 dice: "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros."
Esto es lo que espera al creyente. Es algo muy diferente a lo que espera al incrédulo.
En conclusión entonces, amigo oyente, no vaya a dejarse engañar por doctrinas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Es necesario que Usted se deje guiar solamente por lo que la Biblia dice. La palabra de Dios enseña, como hemos mostrado, que el alma del hombre es inmortal y que esa existencia es consciente, ya sea en el cielo para los que hemos recibido a Cristo como Salvador o en el infierno para los que han rechazado a Cristo como Salvador.
¿En qué lugar estará Usted? En cierto sentido es Usted quien debe decidir. La Biblia le ha mostrado lo que acontecerá con el alma después de la muerte. La Biblia le ha advertido sobre el peligro de que su alma vaya a parar al infierno. La Biblia le ha mostrado que para evitar eso, lo único que Usted necesita hacer es recibir a Cristo como su Salvador. Hasta allá llega la Biblia y hasta allá llega lo que yo puedo decirle amigo oyente. De aquí en adelante es cuestión de Usted. Si acepta el testimonio de la palabra de Dios y recibe a Cristo como Salvador el destino eterno de su alma será el cielo, pero si Usted rechaza el testimonio de la palabra de Dios y rehúsa recibir a Cristo como Salvador, el destino eterno de su alma será el infierno.
¿Qué decisión va a tomar? Si su decisión es recibir a Cristo como Salvador, comuníquese con nosotros inmediatamente, para poder enviarle literatura que le será de mucha ayuda para saber lo que debe hacer ahora que Usted es de Cristo.
Cuando Recibimos a Cristo, El nos da Vida Eterna
Jesús dijo: "En verdad les digo: El que pone atención a lo que yo digo, y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ha pasado ya de la muerte a la vida" (Juan 5:24).
¿Recibio Ud., por Fe a Cristo en Oración? Si así lo hizo, ¿dónde está usted ahora, conforme a la promesa del Señor? (En la vida eterna). ¿En qué basa usted su confianza? (En la promesa de Dios en la Biblia). ¿Le engañaría Dios? ¿Puede Dios mentirle? Por supuesto que no. "Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida. . . Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna"(1 Juan 5:11-13). Agradezca a Dios porque ahora usted tiene vida eterna
¿Qué Ocurrió Cuando Usted Recibio a Cristo?
En el momento en que usted recibio a Cristo por fe, grandes cosas le ocurrieron:
Usted pasó de muerte a vida. Juan 5:24
Sus pecados fueron perdonados. Colosenses 1:14.
Usted fue hecho un hijo de Dios. Juan 1:12.
Usted está libre de temor. Juan 8:36.
Usted es una nueva criatura en Cristo. 2 Corintios 5:17. ¿Puede usted imaginar algo más glorioso que le haya sucedido? Dé gracias a Dios ahora por lo que El ha hecho en usted por medio de Cristo.
¿Qué Hacer Ahora que Ud. Cree en Cristo Como su Salvador?
Lea la Biblia todos los días."No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios" (Mateo 4:4).
Ore a Dios siempre. "Oren en todo momento. Den gracias a Dios en todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús" (1 Tesalonicenses 5:17,18). Orar es conversar con Dios.
Confiese a Dios cada pecado. "Si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios hará lo que es justo: nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Cuente a otros su experiencia. Jesús dijo: "Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti" (Lucas 8:39).
Congréguese con otros creyentes. "No dejemos de asistir a nuestras reuniones, . . . sino démonos ánimos unos a otros" (Hebreos 10:25).
Cristo Murió por Nosotros y Resucitó
Dios le Ama
"Pero Dios nos demuestra su amor, en que Cristo murió por nosotros aunque éramos todavía pecadores" (Romanos 5:8).
"Pero lo cierto es que Cristo fue resucitado de entre los muertos" (1 Corintios 15:20).
¿Cree usted que CRISTO murió por usted y que vive aún hoy? Las palabras que anteceden lo afirman así.